Si aún no estás segura, entiendo aún más, pues me recuerda a mí hace unos 5 años, todavía trabajando en desarrollar marcas personales para mis clientes, mis redes sociales eran exclusivamente para mi cumpleaños y aniversarios con Félix (mi esposo). En mi caso lo que me invadía a la hora de pensar proyectarme yo también era el síndrome del impostor “¿quién soy yo para hablar sobre esto?”

En ese tiempo para mí era muy sencillo ver en los demás lo que no era capaz de ver en mí. Marca personal es precisamente esto, empoderarnos de lo que sabemos, reconocer nuestros talentos, ponernos en contacto con nuestra voz, con lo que nos hace diferentes como profesionales y atrevernos a dejarlo ver. Realmente no puedo creer todas las puertas que este camino me ha abierto en apenas 5 años, literalmente no estuviera aquí de no verme en la situación que te ves tú ahora y haberme atrevido.

Este es un proceso caótico al cual le llamó #TheMessyProcess, donde comenzamos a hacer viajes hacia dentro que tienen el poder de TRANSFORMARNOS y sacar lo mejor de nosotras para ofrecerlo a quien lo necesita. E incluso cuando ya hemos dado los primeros pasos nos damos cuenta de que el viaje no termina, pues trabajar en nuestro contenido, nuestra historia y en los próximos pasos para seguir creciendo es una constante y es mucho mejor hacerlo en comunidad y con una guía clara.

Pues no es nada extraño:

• Compararnos constantemente.
• Sentir que todas logran menos nosotras.
• No encontrar la inspiración para hacer el contenido WOW que queremos.
• Confundirnos con tantas cosas que hay que hacer en redes sociales.
• Desmotivarse ante el reto y la confusión.

Si has estado aquí, ¡bienvenida al club! ¡No estás perdida, estás temprano en el proceso! Y sobre todo no estás sola.